Los Sistemas Avanzados de Ayuda a la Conducción, más conocidos como “Sistemas ADAS” por sus siglas en inglés, se han convertido en los últimos años en una de las tecnologías más avanzadas para prevenir accidentes de tráfico.
De hecho, según la Dirección General de Tráfico (DGT), la seguridad vial y la experiencia de conducción han obtenido avances significativos desde que los vehículos empezaron a integrar de serie los primeros sistemas de asistencia al conductor.
Pero ¿qué son exactamente los Sistemas ADAS? Y, lo más importante, ¿cómo están transformando y cómo benefician la experiencia de conducción?
Qué son los Sistemas ADAS y para qué sirven
Los Sistemas Avanzados de Asistencia al Conductor (ADAS) son una serie de tecnologías creadas con el objetivo de mejorar la seguridad vial. Es decir, son soluciones tecnológicas que buscan disminuir los riesgos en las carreteras.
No sólo pretenden aumentar la seguridad de los conductores y pasajeros, sino también del resto de personas que están expuestas a distintos riesgos, como los ciclistas o los peatones.
Tal ha sido la importancia y repercusión de los Sistemas ADAS que, en 2019, la Unión Europea aprobó el Nuevo Reglamento de Seguridad 2019/2144. En éste, se recogieron todos los requisitos que tienen que cumplir los vehículos en este sentido.
Según la propia Dirección General de Tráfico (DGT), el objetivo principal de esta normativa es reducir significativamente las muertes y lesiones graves que se producen en las carreteras de la Unión Europea. ¿Cómo? Mediante la introducción de tecnologías de seguridad de vanguardia. Es decir, a través de los Sistemas ADAS.
¿Qué suponen para la conducción y cómo la están transformando?
Como ya hemos comentado, los Sistemas ADAS son soluciones tecnológicas que se instalan en los vehículos para aumentar la seguridad vial.
Uno de los puntos principales a tener en cuenta para entender cómo esta tecnología está transformando la conducción es que cada uno de ellos tiene una función determinada. Según la misma, actúan con una u otra autonomía.
En otras palabras, algunas de estas tecnologías suponen un aviso para que el conductor tome partido en una determinada situación y otras, incluso, pueden llegar a intervenir. Esto último no quiere decir que la instalación de estos sistemas sea sinónimo de una conducción autónoma.
Actualmente, algunos de los Sistemas ADAS que pueden instalarse en los vehículos -independientemente de su tamaño- son los asistentes de velocidad inteligente; las alertas de cambio involuntario de carril; los detectores de fatiga y somnolencia; así como los sistemas de detección de señales.
¿Cómo se consigue esto? Haciendo uso de distintos sensores avanzados y de la Inteligencia Artificial (IA). Concretamente, los Sistemas ADAS, a través de software y un microprocesador, pueden percibir el entorno de circulación, analizarlo y, en caso necesario, advertir sobre una situación de riesgo.
Gracias a esta tecnología, el conductor del vehículo puede anticiparse y actuar con el tiempo suficiente como para evitar un accidente y, por tanto, impedir sus consecuencias.
Esto no quiere decir que el conductor tenga que “dejárselo todo” a los Sistemas ADAS, sino que está respaldado por los mismos y, por tanto, la seguridad al volante es mucho mayor.
Este es el motivo por el que los Sistemas ADAS se han convertido en un factor clave para la disminución del número de accidentes de tráfico.
En resumidas cuentas, los Sistemas ADAS han llegado para transformar por completo la experiencia al volante, sirviendo de apoyo al conductor e incrementando la seguridad en las carreteras europeas.
Con nuestra tecnología de última generación, en Sistemas ADAS España ofrecemos soluciones para toda clase de vehículos y flotas, desde coches y furgonetas hasta vehículos pesados y motocicletas.
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