Son muchos los factores que pueden afectar al envejecimiento de los vehículos, como su antigüedad o la falta de mantenimiento. A ello debemos sumarle un problema añadido, que no cuentan con sistemas adaptados al conductor. Según datos de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC), la edad media de estos activos en nuestro país es de 12,1 años, lo que significa que la mayoría de los vehículos en las carreteras españolas son bastante antiguos.
Lo que esta información refleja es la falta de herramientas de seguridad actualizadas en la mayoría de los coches, autobuses o camiones que encontramos en las carreteras. Ante este escenario hay que poner el foco en uno de los aspectos más necesarios en el transporte actual: la actualización en materia de seguridad.
Poder reducir el riesgo de accidente es posible con la aplicación de algunos de los sistemas que ya están introduciéndose a esta área, como los Sistemas Avanzados de Ayuda a la Conducción. En un pasado sistemas como el cinturón de seguridad o los airbags eran instrumentos poco incorporados en los vehículos. En la actualidad podemos decir que se han vuelto elementos imprescindibles en todos ellos, no sólo por su obligatoriedad por normativa, también por la ayuda que ha supuesto a los integrantes de los vehículos en cuestiones de seguridad y protección.
Pero los afectados por los accidentes no son sólo los que se encuentran dentro de los vehículos. En el escenario actual, en el que las ciudades se componen no solo de vehículos a motor, también de elementos de micromovilidad como bicicletas o patinetes eléctricos – sin olvidar los usuarios vulnerables como los peatones -, nuevas herramientas han surgido para poder proteger la seguridad tanto del automóvil como de su entorno.
Más allá de la vida media útil
La mayoría de los vehículos tienen una vida útil de alrededor de 10 a 15 años, pero muchos de los que se encuentran en uso hoy en día superan esa edad. A medida que envejecen, su tecnología y equipos de seguridad se quedan obsoletos, lo que aumenta el riesgo de tener un accidente. Con un vehículo así el conductor tiene menos herramientas a su disposición que en los vehículos nuevos que les permita mejorar su percepción de los elementos que le rodean y así evitar situaciones de riesgo en circulación.
Además, los vehículos más antiguos no tienen las características de seguridad avanzadas que se encuentran en los modelos más nuevos que, a partir de 2024, deberán llevar de serie sistemas ADAS según la normativa europea, para abordar el envejecimiento de las flotas de vehículos y actualizarlos en materia de seguridad, los operadores de flotas pueden adoptar una serie de medidas.
Actualizar de forma efectiva la seguridad en los vehículos antiguos
Es por ello por lo que cada vez es más importante que se fomente la adopción de tecnologías avanzadas de seguridad. Los sistemas ADAS utilizan tecnologías como cámaras, sensores y radares, para ayudar a los conductores a detectar y responder a situaciones peligrosas en la carretera. Estos sistemas se pueden decir que dotan al conductor de una ayuda extra muy beneficiosa para permitirle llevar un control adaptado a la nueva realidad que rodea a los vehículos.
La implementación de sistemas ADAS en éstos es una manera de hacer frente al envejecimiento de las flotas, que permite la mejorar la seguridad en las carreteras. Estos sistemas pueden ayudar a prevenir accidentes al alertar a los conductores sobre situaciones peligrosas y tomar medidas de corrección para evitar colisiones. Así, pueden ayudar a los conductores a evitar errores comunes, como el cambio de carril sin señalización o la conducción distraída.
Rendimientos dentro y fuera de las carreteras
La adopción de estas tecnologías no solo puede ayudar a reducir los accidentes de tráfico, también a mejorar la eficiencia del combustible de los vehículos, lo que puede ser beneficioso tanto para los conductores como para el medio ambiente. Por extensión, los sistemas ADAS pueden mejorar la reputación de la empresa al demostrar un compromiso con la seguridad en las carreteras y la sostenibilidad.
En resumen, el envejecimiento de los vehículos en España es un problema persistente que tiene un impacto negativo en la seguridad vial, la economía y el medio ambiente. Para abordar este problema, es importante que se tomen medidas para fomentar la renovación de la flota de vehículos y la adopción de tecnologías avanzadas de seguridad.
Con el tiempo, estas medidas pueden ayudar a mejorar la seguridad en las carreteras españolas y a reducir el impacto negativo de los vehículos en el medio ambiente.
Comentarios recientes