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Las ciudades son los núcleos donde se concentra la actividad e interacción social. Ya sea por sus calles o carreteras, el volumen de ciudadanos que hace vida en éstas resulta cada vez mayor, lo que genera una necesidad de fortalecer la seguridad de todos. Ante este escenario surge una duda, ¿es posible crear un ambiente protegido e inteligente en los núcleos urbanos?

Según datos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, desde 2007, más de la mitad de los ciudadanos a nivel mundial han vivido en ciudades, y este dato se prevé que aumente hasta llegar al 60% de la población para 2030.

El resultado de vivir un crecimiento tan veloz se traduce en una necesidad de mejorar las infraestructuras y servicios de las áreas urbanas, con el fin de asegurar una movilidad sostenible ante el incremento de actividad que se prevé en un futuro.

Y es que el transporte tiene una función fundamental a la hora de adaptar el entorno. Aquí es donde entra en juego el papel de las nuevas tecnologías. La digitalización, la IA – Inteligencia Artificial -, y la visión artificial se convierten en herramientas clave que facilitarán la migración hacia un entorno de ciudad seguro y sostenible.

 

El objetivo: lograr una convivencia

 

Cuando se habla de áreas urbanas no siempre se piensa en que también hay soluciones tecnológicas adaptables a estas, y que pueden ayudar a mejorar las distintas situaciones que se puedan dar. Si nos enfocamos en el ámbito de la movilidad, se afronta un gran reto: lograr una convivencia entre todos los usuarios que circulan por la ciudad. Porque las calles no sólo albergan vehículos privados; los autobuses, camiones, bicicletas, peatones y la llegada de los patinetes eléctricos que se convierten en actores clave dentro de la movilidad urbana.

Poder entender el movimiento de todos los actores e identificar donde se producen fricciones entre ellos y las infraestructuras, resulta un gran reto. Sin embargo, ante esta problemática han surgido nuevas herramientas que buscan ayudar a mejorar la comprensión y la gestión de estas áreas.

Y es que, la nueva movilidad urbana ha llegado para quedarse. La coexistencia del transporte con los servicios digitales está creciendo de manera sustancial, y este aumento se prevé que sea constante. Así lo expone un informe elaborado por el Oliver Wayman Forum y el Instituto de Estudios de Transporte (ITS) de la Universidad de California, en el que se analiza el comportamiento de distintas modalidades de transporte urbano alternativo, junto a los servicios digitales complementarios hasta el 2030.

 

El desafío: la seguridad

 

La convivencia de los usuarios vulnerables y la micromovilidad con vehículos de mayor volumen como pueden ser los autobuses o camiones puede derivar en complicaciones. Como ya hemos podido observar, la convivencia de estas nuevas formas de movilidad parece consolidarse. Por ello, hay que conocer qué herramientas o sistemas pueden ayudar a evitar los riesgos derivados del incremento del volumen tanto de peatones como de vehículos.

Los sistemas avanzados de ayuda a la conducción – Sistemas ADAS – son una tecnología que se puede instalar en cualquier tipo de vehículo y está diseñada para prevenir accidentes de circulación. Con su incorporación – ya sea en un coche como en un camión o autobús – se mejoran aspectos relacionados con la seguridad tanto del vehículo como de los peatones que lo rondan.

Mediante la integración de sensores avanzados y el uso de visión artificial, se mejora la percepción del entorno y permite tener un mayor control de las situaciones de riesgo. Estando los patinetes y bicicletas eléctricas cada vez más presentes en las ciudades, muchos vehículos no tienen una visibilidad completa de éstos. Ya sea por los ángulos muertos, puntos ciegos o por la gran cantidad de estímulos que hay en las ciudades, contar con la ayuda de las tecnologías en escenarios como este puede ser un gran apoyo.

De hecho, según datos de la Dirección General de Tráfico – DGT – los sistemas de ayuda a la conducción pueden llegar a reducir el riesgo de siniestralidad en un 57% en España. No hay que olvidar que estas herramientas no sustituyen al conductor, sino que aportan una ayuda clave ante posibles distracciones en situaciones de riesgo real de siniestro.

Somos humanos y no siempre podemos estar al tanto de todo lo que sucede a nuestro alrededor. Por esta razón, es de vital importancia contar con este tipo de herramientas, que tratan de hacer la conducción una acción más segura.